Y ¿de qué si no está hecho el mundo?
de incisivos de traje y maletín que rumian las moscas,
pero no todas,
sólo las que no saben vivir sin legañas humilladas
y sólo las que hacen que giremos la cabeza...
Y llegará un momento en el que no podremos mirar atrás,
porque caeremos en la vergüenza de haber sido humanos,
y no podremos soportar nuestra cruel huida de la realidad,
regurgitaremos lo que fuimos o lo que alguna vez quisimos ser,
porque no se puede empezar de cero,
porque ya no valen los agujeros negros, ni los gusanos del tiempo,
porque en nuestra conciencia algo se pudre cada día mientras
la ignorancia masacra nuestros ojos, nuestra voluntad y nuestro alma.