Se anuncia entre los dos tiempo inestable
asoman a tus ojos las tormentas,
por la noche es probable
que el viento sea variable,
que me quieras… y luego te arrepientas.
La isobaras ven hielo en tus venas
y en tu pañuelo un mar que se sofoca
y auguran las antenas
que harán falta cadenas
para subir al puerto de tu boca.
Besarte es desatar un huracán
que suba en el termómetro el mercurio,
algunas nieves dan
calor cuando se van
fundiendo entre el desierto y el diluvio.
(...)
Lo malo es que después la gota fría
se instala entre mis huesos y los tuyos,
corrige mi alegría
la noche de aquel día
que me condena al páramo y al trullo.
Caerá un rayo en mi torre de Babel,
arrasarán las plagas y la hambruna,
vendrán lunas de hiel,
a devastar mi piel
si el desamor no encuentra su vacuna.
(...)
* ¿Sabéis que el Ojo del Huracán es la zona más calmada de todo este torbellino de fantasmas bastardos? Si en un instante te encuentras en ese punto puedes observar las hélices que describe el movimiento de las nubes, o seguir la trayectoria de una oreja que sobresale entre el pelo (cosa que odio) cuando se anima a bailar el Vals de la Ingravidez.
Últimamente, me veo rodeada de meteorología, de tiempo cambiante y sonante, en el que dejarse llevar (: