domingo, 30 de mayo de 2010

Y a tí... ¿qué te gusta?


Cuando intento conocer a alguien en mayor profundidad (si hombre, zambullirme en sus ojos y nadar a braza por su esófago) me gusta hacerle esta pregunta. Así, abierta, sin acotar sus exquisiteces o su mediocridad a un campo semántico determinado. Nosotros, terrícolas cretinos, siempre tendemos a meter en pequeños círculos cerrados las cosas, a sectorizar la vida para que sea más fácil sobrellevarla.

Y por eso, es muy frecuente que me respondan: - ¿Qué me gusta de qué?

Cuando esto ocurre, intento que no cunda el pánico, intento no catalogar de forma cretina a un terrícola cretino como yo, así que, le extiendo la baraja de las oportunidades para que elija la carta que él o ella prefiera y le dijo: - En la vida, en tu vida, en general.

Este es el punto de inflexión, el momento clímax, el instante en el que un poco de eternidad viene a fecundar el tiempo o el segundo en el que piensas que una retirada a tiempo es siempre una derrota.

Me gusta que a la gente le guste cosas peculiares, pequeñas cosas, cosas inconexas o cosas inventadas, y que exprese sus preferencias como cuando uno explicaba con 3 años que un montón de garabatos era el circo de Dumbo: - Mira, aquí esta el ratón que está hablando con Dumbo, que es éste de al lado. (Estoy convencido de que lo ve perfectamente, porque es el dibujo más guai de todos los de su edad).


También me gusta cuando la gente toma carrerilla, una vez que empieza y comienza a regurgitar armoniosamente sus más extravagantes instantes de deleite.
Sería algo cómo:
-ai!ytambiénmeencantacuandohagoqueunamos-
casalgaporlaventanasinmatarla.

Así pues, este es mi método para encontrar personas que merecen la pierna, y aunque sea de terrícola cretina hacer tal limpieza dogmática, a todos nos gusta encontrar gente parecida a nosotros (: