Rutina me atrapa, con su lengua bífida y áspera,
me araña la sonrisa y me emborrona la imaginación,
acaba con la flotabilidad de mi alma con su suspiro sutilmente tóxico,
me envenena los sueños y hace pegagosa la suela de mis zapatos.
Es cierto que su esófago es cómodo y te permite acurrucarte entre
venas venenosas pero no quiero caer más hacia abajo,
no quiero dejar de intentar subir esa pendiente hecha
de escamas de agujas de reloj de cuerda...
2 comentarios:
Poesia acida, versos con un toque de Rimbaud.
Un Saludo.
Sabes que la rutina acabará con el fin de exámenes, y que los resultados valdrán la pena ;) Hasta entonces, ánimo! ^^
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